Las migraciones y el envejecimiento de la población
DOI:
https://doi.org/10.20932/barataria.v0i5.259Palabras clave:
Migraciones, población, demografía, gobierno.Resumen
Dice un proverbio mexicano: "No pidas a Dios que te dé. Pídele que te ponga donde hay". A los Magrebíes, a los Subsaharianos, a los Latinoamericanos los está poniendo Dios donde hay: en España, en la Europa rica y vieja. España es, en el año 2001, uno de los países más ricos del mundo y uno de los más viejos. Como paso obligado de África y de Latinoamérica a Europa tiene todas las características para ser un país de inmigración. En Madrid se va a construir el mayor aeropuerto europeo. No es casualidad. Hasta hace poco, en España teníamos un Instituto Nacional de Emigración, ahora tenemos un Ministerio de Inmigración que es realmente lo que representa la Delegación del Gobierno para la Inmigración. La migración, tanto si es legal como ilegal, puede alterar profundamente a una comunidad o a todo un país en muy poco tiempo. El sur y el este de España es un ejemplo. La migración representa, junto con la fecundidad y la mortalidad, uno de los fenómenos básicos en demografía. Se diferencia de la natalidad y mortalidad en muchos aspectos, además de los obvios. Para empezar tenemos que la migración resulta muy difícil de medir. Sabemos menos sobre ella que sobre la mortalidad o la fecundidad. Ello significa que lo que sabemos acerca de las complejas razones por la que la gente emigra es aún menos que lo que sabemos acerca de por qué tienen hijos (cuestión ésta compleja) y de por qué mueren. Por otro lado, ya pesar de ello, la migración ha sido objeto de un control gubernamental mucho mayor que la fecundidad y la mortalidad, y al mismo tiempo los gobiernos son muy reacios a dar información clara y continuada de la misma.Descargas
Descargas
Publicado
Cómo citar
Número
Sección
Licencia
Los Derechos de Autor intelectual serán siempre del autor/a/es/as del texto en cuestión.
Los derechos de explotación (económicos) de los artículos publicados en Barataria. Revista Castellano-Manchega de Ciencias Sociales pertenecen a la propia revista.
Dado que Barataria no exige/pide/solicita tasas a los autores para la publicación de sus propuestas, ni a los lectores por el acceso, lectura o almacenaje a/de los artículos publicados en sus páginas, no existen "derechos económicos" reales.
Los derechos de explotación se concretan en que Barataria. Revista Castellano-Manchega de Ciencias Sociales sea citada en todos los lugares en los que es citado cualquier artículo o reseña aquí publicado.